El nivel de endeudamiento puede convertirse en una fuente constante de ansiedad. Cuando las cuotas, los intereses y los pagos mínimos se acumulan, el estrés financiero empieza a afectar tu vida diaria.
Acá te compartimos 5 consejos prácticos para bajar tu nivel de endeudamiento, recuperar el control de tus finanzas y reducir la carga emocional que implica vivir con deudas.
1. Hacé un diagnóstico de tu situación financiera
El nivel de endeudamiento personal es la relación entre lo que debés y lo que ganás. Si destinás más del 30% de tus ingresos a pagar deudas, es una señal de alerta.
Superar ese porcentaje de endeudamiento genera estrés, afecta tu historial crediticio y puede impedirte acceder a nuevos productos. Por eso, es importante medirlo y actuar con inmediatez,
Antes de tomar decisiones, analizá cuánto ganás por mes, cuánto debés en total y cuánto pagás en cuotas e intereses.
Por ejemplo, si ganás $250.000 y pagás $95.000 en deudas, tu nivel de endeudamiento financiero es del 38%. Esto ya compromete tu economía.
Usá una planilla (podés hacerla en Excel o Google Sheets) para hacer una lista de todas tus deudas por tipo, monto, interés y vencimiento.
2. Detené el crecimiento de la deuda
Si estás usando tarjetas para cubrir gastos básicos, es momento de detenerte y pensar en algunas ideas que podrían frentar el nivel de endeudamiento de una persona:
- Usá solo efectivo o débito para controlar los consumos.
- Evitá nuevos créditos hasta estabilizar tu situación.
- Cancelá débitos automáticos innecesarios o postergables.
3. Usá un método eficiente para pagar tus deudas
Elegí entre dos estrategias efectivas. Optá por la que mejor se adapte a tu personalidad financiera y a tu porcentaje de endeudamiento:
Método “bola de nieve”
Este método propone ordenar tus deudas de menor a mayor monto, sin importar la tasa de interés. Empezás por la deuda más pequeña y pagás la cuota mínima de las demás.
Motivacionalmente, te da impulso, si sentís que necesitás resultados visibles para seguir.
Por ejemplo, si debés $15.000, $35.000 y $80.000, empezás por la de $15.000 aunque la tasa sea más baja. En poco tiempo eliminás esa deuda y te enfocás en la siguiente con más energía.
Método “avalancha”
En este caso, el orden de prioridad es según la tasa de interés más alta. Pagás primero la deuda más cara (la que más intereses genera) mientras cubrís las cuotas mínimas del resto.
Es la estrategia más eficiente económicamente. A largo plazo, ahorrás mucho dinero en intereses. Es útil, si podés sostener el foco sin necesidad de resultados rápidos.
Por ejemplo, si tenés una deuda de $50.000 al 12% anual, otra de $20.000 al 22% y otra de $35.000 al 18%. Empezás por la de $20.000, aunque sea la más chica, porque es la más costosa en intereses.
4. Negociá con tus acreedores el nivel de endeudamiento
Muchos bancos y financieras ofrecen planes de refinanciación. Pedí bajas de interés, plazos más largos con cuotas menores y una unificación de deudas en un solo pago.
Hacelo antes de entrar en mora. Cuanto antes lo hagas, mejor será la posición que tendrás para negociar.
5. Incorporá herramientas para evitar nuevos ciclos de deuda
Una vez que logres estabilizar tu situación, es clave evitar recaídas. Existen herramientas te permiten establecer hábitos financieros saludables a largo plazo. Esto, para construir una relación más sana con el dinero y con tu nivel de endeudamiento:
- Apps de finanzas personales como Monefy, Fintonic o Wallet para seguir gastos.
- Presupuestos mensuales simples: ingresá todo lo que ganás y todo lo que gastás, sin excusas.
- Fondos de emergencia: empezá a ahorrar aunque sea $5000 al mes.
- Alertas de vencimientos en tu calendario online para evitar intereses por pagos atrasados.
¿Cómo solicitar y gestionar préstamos estratégicamente?
En algunos casos, pedir un nuevo préstamo puede ayudarte a ordenar tus deudas, si lo hacés de forma inteligente y planificada.
Con Alprestamo, podés comparar distintas entidades financieras en un solo lugar. Asimismo, ver tasas, plazos y condiciones sin letra chica; y elegir opciones según tu perfil crediticio y capacidad de pago.
Por último, simular cuotas en tiempo real antes de tomar una decisión para mejorar tus finanzas y tu nivel de endeudamiento.