La Reserva Federal, conocida en la jerga económica como Fed (o por su nombre original en inglés, Federal Reserve) mantuvo su tasa de interés en el rango de 5-5,25% para su política monetaria de Estados Unidos. Esto se conoció luego de que se revelara el dato de inflación para el mes de mayo, que fue del 4% anual y 0,4% mes contra mes, ligeramente por debajo de lo que esperaban los analistas.
Esto indicaría que la suba de tasas de interés por parte de la Fed estaría encontrando un techo, situación que puede ser positiva para los países de latinoamérica.
Qué significa para latinoamérica
Un freno en la suba de tipos de interés repercute en el fortalecimiento del dólar en comparación con las monedas de la región, ya que la tasa más altas atraen a inversores y fondos de todo el mundo buscando esos buenos rendimientos que justamente pagan las tasas. En el caso de los países muy endeudados en dólares, si la moneda se encarece, se compromete la solvencia para enfrentar esos pagos de deuda.
Por ejemplo, cuando las tasas estaban bajas y el bono a 10 años de Estados Unidos pagaba menos del 2%, países como México o Brasil podían conseguir financiamiento por un módico 3%. Ahora, estos mismos países deben hacerlo por tasas superiores al 6%, por lo que encarece y compromete el financiamiento gubernamental en forma de bonos soberanos. Lo mismo ocurre con las empresas.
Otro efecto de las tasas de interés de la Fed es que mejora la expectativa de exportaciones. Una demanda consistente desde los EEUU y un freno al dólar contribuyen a disminuir los bienes que se exportan desde otros países. Es conocido que en latinoamérica la mayoría de los países son exportadores de alguna materia prima o bien. En este sentido, la pausa de la Reserva Federal es beneficiosa para la región.
El impulso hacia arriba para acciones y bonos también es otra consecuencia de esta decisión de política monetaria estadounidense, ya que la proyección de tasas podría comenzar a establecer un contexto más favorable para la renta fija y variable.
Proyecciones a futuro
En su última reunión, la Fed actualizó lo que son sus proyecciones de cara al resto del año para la inflación. La estimación es del 3,2% para fin del 2023, frente al 3,3% que se había previsto en marzo. Además, no se descartan nuevas subas en la tasa de interés si el mercado laboral no decae o la inflación vuelve a recalentarse.