Con una inflación cercana al 120% (y muy posiblemente en aumento dada la devaluación del dólar oficial y aumento del dólar blue) la carne es un producto cada vez más difícil de adquirir.
Dado el nivel de inflación que hay en Argentina, los reintegros o descuentos en las carnicerías cobran relevancia para poder seguir disfrutando de una de las comidas preferidas de los argentinos y el famoso ritual del asado.
El beneficio impulsado por el gobierno funciona para operaciones que se lleven a cabo en comercios inscriptos en el Registro de Carnicerías y que se paguen con tarjetas de débito o prepagas, asociadas a cuentas abiertas en entidades financieras que se encuentren bajo la Ley 21.526.
Devolución en la compra de carne
La medida publicada en el Boletín Oficial establece una devolución del 10% del monto realizado y que no puede ser mayor a $2000 por beneficio y en un mes calendario. Esta devolución se mantendrá durante todo lo que resta del 2023.
El reintegro del dinero gastado en las carnicerías adheridas estará a cargo de las entidades financieras y los “PSP” dentro de las 96 horas de realizada la compra. Estos montos devueltos deberán figurar en los resúmenes (físicos o electrónicos) los importes reintegrados cada mes con la leyenda “Reintegro Carnicerías Minoristas”.
Beneficios para los comercios
Aquellos comerciantes que quieran formar parte del Registro de Carnicerías van a poder acceder a ciertos beneficios, como el descuento del 5% del valor de la factura de compra que le efectúa al frigorífico en su declaración de Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales. Esto además, se podrá utilizar como crédito.
Adicionalmente, la carnicería que esté adherida al régimen de autónomos tendrá un descuento del 90% de la cuota mensual. Esto quiere decir que solamente le pagará a la AFIP el 10% de lo que disponga la categoría acorde al nivel de facturación.
El Ministerio de Economía (MECON) es el encargado de determinar el presupuesto asignado para los reintegros correspondientes, sin afectar la coparticipación federal.
Esta medida de reintegro para la compra de carne tiene como objetivo incentivar el pago en blanco y a través de la tarjeta de débito y no en efectivo, para evitar el pago de impuestos.