El Bitcoin y otras criptomonedas, al igual que en años anteriores, han sido de los activos económicos con mayor crecimiento. A comienzo de año, esta criptomoneda oscilaba alrededor de los 30 mil dólares. Hoy, a punto de terminar el año, cada bitcoin cuesta cerca de 50 mil dólares, y en noviembre llegó a su máximo histórico de 68 mil dólares. Ethereum, la segunda criptomoneda más popular, también batió recientemente su récord cuando el mes pasado alcanzó los 4.500 dólares.
Una vez más, este sistema financiero descentralizado ha demostrado ser una reserva de valor más que atractiva para los inversores y los ahorristas. Si bien su volatilidad puede ahuyentar a los inversionistas más conservadores, a la larga las criptomonedas más importantes han tenido una pronunciada tendencia al alza.
¿Cómo funcionan las criptomonedas?
En simples palabras, las criptomonedas son activos que, a diferencia del dinero fiduciario convencional, son digitales y no tienen respaldo en un papel, metal u otro material tangible. El precio de estas es muy volátil y está determinado, principalmente, por mecanismo de oferta y demanda.
Estas operan en la blockchain, un sistema descentralizado de usuario a usuario donde se realizan las transacciones de criptomonedas. No hay un banco, institución, ni un Estado que pueda regular o intervenir en el sistema. También es completamente seguro ya que la tecnología criptográfica hace que la blockchain sea imposible de hackear.
¿Bear Market para fin de año?
Luego de alcanzar cifras récord, las criptomonedas más populares, con el bitcoin siempre a la vanguardia, han presentado una tendencia a la baja. Si para comienzos del 2022 el precio del bitcoin continúa oscilando entre los 40 mil y los 50 mil dólares, podríamos afirmar que la criptomoneda preferida del mundo está atravesando un bear market, es decir, una caída de su precio sostenida en el tiempo. Claro está que esto también afecta a otras criptomonedas ya que el bitcoin es la cripto que más moviliza a este mercado.
Aunque esto puede sonar como un dolor de cabeza para quienes poseen estos activos, la realidad es que muchos ahorristas aprovechan la oportunidad para comprar más criptomonedas. La baja en su precio y los buenos resultados que ha dado esta estrategia de inversión a largo plazo representan un panorama ideal para muchos “hodlers”, estos son quienes conservan sus criptos a toda costa.
Además, hay que recordar que estamos hablando de un mercado caracterizado por su volatilidad e impredecibilidad. Más temprano que tarde estas monedas digitales podrían volver a alcanzar los valores de noviembre, e incluso superarlos, entrando así en un bullet market, es decir, un mercado con una tendencia alcista pronunciada durante un tiempo considerable.
“Hodl” vs trading
El mundo de los poseedores de criptomonedas puede dividirse entre los que guardan monedas digitales y quienes las venden. Son dos estrategias distintas y muy utilizadas para operar dentro de este mercado.
El término “Hold” proviene de un error ortográfico de un usuario que en 2013 publicó en un foro un artículo titulado “I am hodling”, donde explicaba que conservaría sus activos digitales pese a la caída del precio del Bitcoin. El término correcto sería “hold”, que traducido al español significa “conservar”. Sin darle mayor importancia a este pequeño error, la idea de conservar los activos pese a las fluctuaciones del mercado ha inspirado a muchos ahorristas a confiar en las criptos como reserva de valor y como una inversión a futuro.
Por otro lado, los “traders” son aquellos inversores que compran criptomonedas cuando tienen tendencia a la baja, para venderlas cuando aumentan su valor. Esto requiere una mayor capacidad analítica del mercado y una capacidad de lectura de las tendencias de las distintas monedas digitales. Además, quienes realizan esta práctica suelen apostar por criptos nuevas o poco conocidas, especulando con un alza en el precio de estas una vez que generen mayor demanda. En cambio, los “hodlers” son menos arriesgados, apuestan por las criptomonedas más sólidas y no las venden aunque suban o bajen de precio.
Tanto traders y hodlers como cualquier poseedor de criptomonedas o interesado en el tema desearán saber qué ocurrirá con el precio de estas el año que viene. Aunque desde su surgimiento en 2008, el sistema blockchain nos ha enseñado dos reglas de oro infalibles hasta el momento; nadie puede predecir con rigurosidad el futuro de las criptomonedas, y a largo plazo la tendencia es alcista. De todas formas, hay especialistas y estudiosos del tema que pueden exponer su visión, basada en análisis de datos, sobre lo que ocurrirá con estos activos el año que viene.
Predicciones de los especialistas para el 2022
Según Julian Liniger, CEO de bitcoins Relai, el bitcoin subirá a un siguiente nivel el año que viene. El experto se muestra muy optimista al ver que cada vez más empresas, individuos y ahora incluso países, como El Salvador, implementan esta moneda para ganarle a la inflación de las monedas fiduciarias que está en aumento. En cuanto al precio de este activo, Liniger cree que en 2022 llegará a los 500 mil dólares por cada token.
Por otro lado, el analista técnico Matthew Hayland se mostró un poco más prudente en cuanto a su pronóstico. Este anticipa que el valor del bitcoin será de 250 mil dólares durante el año que viene. Mientras que la proyección de “Wallet investor”, un sistema basado en algoritmos, prevé que este activo oscilará alrededor de los 100 mil dólares en un año.
Sin dudas el 2021 fue un gran año para el bitcoin. Pese al descenso en su precio que ha experimentado estas últimas semanas, llegó a duplicar el valor que tenía a comienzos de año.
En el plano político, sufrió importantes restricciones por parte del gobierno Chino y se convirtió en moneda de curso legal en El Salvador. Incluso este país centroamericano pretende crear la primera “ciudad bitcoin” del mundo, donde el Estado minará criptomonedas aprovechando la energía geotérmica generada por la fuerza volcánica.
El futuro es incierto y más aún cuando de criptomonedas se trata. Lo único certero es que este sistema financiero alternativo está en aumento y crece la demanda de estos activos. Cada vez son más las personas que ven aquí una forma de ahorrar e invertir su dinero.