Tras las elecciones, el Gobierno impulsó una baja en las tasas de interés con el objetivo de reactivar el crédito en pesos. Esa decisión ya comenzó a tener efecto: las líneas personales y de consumo están mostrando condiciones más blandas, por lo que es un buen momento para evaluar si te conviene tomar o refinanciar.
Qué pasó con las tasas de interés
Los préstamos empresariales de corto plazo bajaron de tasas altísimas (más de 190 % nominal anual) a cerca del 41,1 % en unos pocos días.
En cuanto al crédito para consumo personal (12 a 60 meses), la TNA pasó de 90-95 % a 81-85 % anual en bancos que ya salieron a competir.
Las tarjetas de crédito, históricamente con CFT superiores al 200 % anual, aún están arriba pero los bancos proyectan que las tasas comenzarán a bajar más rápido que en otros créditos.
Oportunidades para tomar un crédito
- Si estás buscando un préstamo personal y contás con un buen perfil crediticio (ingresos, historial, cuenta sueldo), aprovechar estos tiempos de tasas de interés más bajas puede ahorrar mucho en pagos futuros.
- Si usás tarjetas de crédito para financiar compras, revisá el Costo Financiero Total (CFT) y no sólo la TNA: este indicador muestra lo que realmente vas a pagar.
- Considerá refinanciar deudas antiguas de tarjeta o consumo caro: cambiar a una línea con tasa más baja puede reducir la carga financiera.
- Verificá que la tasa sea fija o tenga condiciones claras, para evitar que suba después y te agarre desprevenido.
Qué tener en cuenta a la hora de aprovechar las tasas de interés
- A pesar de esta baja, las tasas siguen siendo elevadas en términos reales frente a la inflación. No asumas que son “baratas” todavía.
- No pidas un crédito sólo porque “está más barato ahora” sin antes asegurarte de que podés afrontar la cuota sin comprometer tu presupuesto.
- Leé el contrato completo: costos de otorgamiento, seguros asociados, plazos, penalidades.
- Evaluá alternativas: si el crédito es para algo no urgente, tal vez convenga esperar a que las condiciones mejoren aún más.


