A la espera de la apertura de los mercados, los dólares paralelos abrirán cerca de sus máximos alcanzados el martes. El mercado espera atento las operatorias del Gobierno, que anunció que recurrirá al uso de “todas las herramientas” para contener los tipos de cambio, entre ellos, el uso de reservas que tenían prohibidas utilizar por el acuerdo con el FMI, pero para la cual el ministro de Economía, Sergio Massa, consiguió el respaldo de dicho organismo.
Ayer, el blue cerró en $495, después de haber alcanzado en promedio los $497 y tocar en algunas operaciones los $500, mientras que el Contado con Liquidación (CCL) se ubicó hacia el final de la jornada a $465, después de haber tocado los $482. El MEP, por su parte, cerró abajo en comparación con el lunes, y se acomodó en $447 después de alcanzar su máximo de $470.
Desde el Fondo, recalcaron que “el staff técnico continúa trabajando con las autoridades argentinas para fortalecer el programa económico acordado con el país en el contexto de la sequía muy severa” y aseguraron que “los intercambios entre las autoridades y el equipo del Fondo Monetario Internacional avanzan de manera constructiva”.
Por otro lado, las declaraciones del ministro Sergio Massa se dan en medio de nuevas negociaciones que impulsa el Gobierno para ajustar las metas, considerando la sequía que atraviesa el país y que golpea de lleno sobre las exportaciones. Hacia el final de la rueda, el Gobierno intervino en el mercado financiero a través de la mesa de dinero del Banco Central, y consiguió bajar los tipos de cambio bursátiles.
En esta línea, Massa aseguró que se va a usar a la Justicia Penal económica como vehículo de investigación y esclarecimiento de algunos comportamientos; y a la UIF (Unidad de Información Financiera) y a la CNV (Comisión Nacional de Valores) para el análisis de operaciones vinculadas al lavado de dinero.
¿Cómo afecta el aumento del dólar en las pequeñas y medianas empresas?
El contexto de alta inflación e inestabilidad cambiaria empujó a la cadena de las pequeñas y medianas empresas a operar con “precios abiertos”, es decir, un ajuste de valor al momento de pagar una factura si es que hubo cambios de precios, como resultado de las dificultades que tienen los proveedores para fijar un valor.
Hay múltiples problemas que derivan del aumento del dólar en la microeconomía: desde la suba del tipo de cambio, el aumento de costos salariales y la escasez de insumos que, en algunos casos, potencia más la suba de precios; pero aún así, la demanda en el sector no cayó.
Un fenómeno que viene ocurriendo entre las empresas desde 2018 es que el ánimo de los empresarios es bajo, aunque en sus unidades productivas el trabajo no disminuye. La Fundación Observatorio Pyme (FOP), una entidad que cuenta con el respaldo de la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Universidad de Bologna, indica en una reciente investigación que el nivel de confianza de las empresas PyME se mantiene por debajo del real nivel de actividad, evidenciando de esta manera una distorsión negativa que condiciona las decisiones.
Aunque el dólar blue viene subiendo de modo acelerado, para las industrias y para el sector de software la necesidad de una devaluación para poder operar correctamente va muy por detrás del dólar libre. El último reporte de FOP dice que “las diferencias intersectoriales sobre el nivel del tipo de cambio más adecuado para la propia actividad en la industria manufacturera son importantes y van desde un aumento del 28% en el sector de los aparatos eléctricos, electrónicos y de aparatos de precisión hasta el 76% del sector de las maquinarias y equipos”.