¿Qué es una póliza de seguro?
Una póliza de seguro es un documento que refleja y le da validez al contrato de seguro realizado entre el asegurado y el asegurador. En él, se especifican los detalles del contrato, es decir, las normas, los derechos y las obligaciones de las partes involucradas. A través del pago de una prima (número determinado de plata) te garantizás el servicio cuando sea necesario.
La palabra “póliza” deviene del italiano polizza, la cual significa prueba o demostración, y “seguro” se origina del latín securus y quiere decir tranquilidad.
Tal es así que se denomina póliza de seguro al contrato que se elabora con el objetivo de que las personas o empresas puedan contar con las herramientas y legalidad necesarias para sobrellevar, en caso necesario, cualquier circunstancia de daño personal o material.
A su vez, el contrato de seguro (póliza) puede tener por objeto toda clase de riesgos y la aseguradora elegida puede indemnizarte a través de un capital, una renta o la prestación de un servicio, dependiendo el caso. Esta cobertura no es ilimitada, por lo que tiene validez dentro de los límites preestablecidos en el contrato.
Como dijimos anteriormente, el contrato es consensual. Es decir, que los derechos y obligaciones son recíprocos para ambas partes. Como asegurado uno está obligado a pagar la prima cada vez que sea necesario, y la aseguradora tiene la obligación de asumir el riesgo y hacerse cargo de sus consecuencias en caso de que, finalmente, llegue a ocurrir el siniestro.
En definitiva, lo que hace el contrato de seguro es reducir la incertidumbre y trasladar el riesgo de quien lo contrata a la aseguradora.
¿Qué contiene una póliza de seguro?
En una póliza de seguro podrás encontrar las condiciones generales y particulares que van a regir la relación entre el asegurado o tomador y la aseguradora. El contrato puede tener por objeto toda clase de riesgos, por lo que las condiciones o detalles del mismo cambiarán de acuerdo al mismo.
Las condiciones generales son los principios determinados por el asegurador para regular las pólizas de seguro destinadas a una misma área y con las mismas garantías. Esto hace referencia al: objeto del seguro, primas, riesgos generales, cómo realizar los pagos de los siniestros, cómo asumir las indemnizaciones, entre otros.
Por otra parte, también existen las condiciones particulares las cuales hacen referencia a las regulaciones que se deben seguir para asegurar de manera individual a las personas, bienes materiales o inmateriales, bajo qué concepto se realiza el seguro y hasta dónde puede abarcar, duración, costo, entre otros.
En otras palabras, los elementos esenciales que deben estar en una póliza de seguros son:
- Asegurador/entidad aseguradora: Entidad que asume la cobertura de los riesgos objeto de este contrato y garantiza el pago de las indemnizaciones.
- Tomador del seguro: Es la persona física o jurídica que suscribe el contrato de seguro.
- Asegurado: Es la persona física sobre la cual se estipula el seguro.
- Beneficiario: La persona física o jurídica que es titular del derecho a la indemnización.
- Póliza: El soporte del contrato de seguro.
- Prima: El costo total del seguro.
¿Para qué sirve una póliza de seguro?
Contar con una póliza de seguro permite a las personas sentirse tranquilas al tener un respaldo financiero con el cual puedan contar en diferentes casos de emergencia, ya sea por causa de un siniestro e incluso de una enfermedad, ya que podrá proteger la salud o mismo los bienes materiales como casas, vehículos, empresas, inmobiliarios, entre otros.
¿Cuáles son los tipos de póliza de seguro?
Existen diferentes tipos de pólizas de seguro y con diversos alcances. Es decir, las medianas y grandes empresas suelen contratar pólizas de seguro colectivas para poder asegurar a todos sus trabajadores. Por otro lado, existen las pólizas de tipo individual, las cuales se contratan de manera personal según las posibilidades y necesidades del solicitante.
A su vez, existen pólizas cuyos contratos respaldan inmuebles, mascotas, vehículos, robo de bienes materiales o inmateriales, equipos electrónicos o de trabajo, así como de siniestros naturales como incendios, inundaciones, pérdidas totales o parciales. Por lo que los diferentes tipos de póliza responden a necesidades de todo tipo y tamaño.
¿Cómo se clasifican las pólizas de seguros?
En línea con lo que venimos contando, las pólizas de seguros se pueden clasificar en función de la protección que ofrecen:
- Propiedad: Protegen a las propiedades y pertenencias de los daños sufridos. En esta categoría se encuentran los seguros de automóvil y hogar, entre otros.
- Riesgo: Hace referencia a los riesgos financieros derivados de accidentes, eventualidades o actuaciones negligentes.
- Salud: Las pérdidas financieras ocasionadas por enfermedades o lesiones son cubiertas en esta área. Generalmente, cubren los gastos sanitarios de atención y hospitalización.
- Ingreso: Protegen frente a la pérdida del empleo.
- Vida: En este punto, los herederos legales o beneficiarios están resguardados frente a las obligaciones del titular en caso de fallecimiento de éste como así también otros gastos o necesidades que la persona tenga.
Diferencia entre un seguro y una póliza
Si estás por contratar un seguro, es necesario que tengas todos estos conceptos en claro, y también entender la diferencia entre seguro y póliza. Esto te ayudará a elegir mejor y contar con la información necesaria para tomar decisiones en torno a tus finanzas y seguridad personal.
En este sentido, la principal diferencia es que mientras el seguro es el contrato que refleja el acuerdo que pretenden alcanzar un asegurador y un tomador, la póliza representa el acuerdo alcanzado entre ambas partes, una vez este se materializa.