Las finanzas descentralizadas (DeFi en inglés de “Decentralized Finance”) es el nombre que define un ecosistema que permite a los usuarios acceder y usar diferentes productos sin intermediarios en el proceso. A través de ellas se pueden realizar diversas operaciones como cambio de moneda, tomar un préstamo, contratar seguros, entre otros. Es decir, que a través del nuevo paradigma de las DeFi, se busca desarrollar pequeñas piezas financieras conformando un novedoso ecosistema a través de las aplicaciones descentralizadas (DApps).
Este sistema, con productos tradicionales y descentralizados de terceros, es posible gracias a la ejecución de contratos inteligentes (Smart Contracts) dentro de una Blockchain. Un contrato inteligente resulta similar a los tradicionales, al ser un acuerdo entre dos partes, pero a diferencia de estos son capaces de ejecutarse y hacerse cumplir por sí mismos, sin la necesidad de terceros. Esto resulta en que los términos del contrato sean comandos en el código de un software. Un smart contract tiene validez sin depender de autoridades, es un código visible por todos y que no se puede cambiar al existir. Esto le da un carácter descentralizado, inmutable y transparente, sin necesidad de estar bancarizado por las contrapartes. Sólo se requiere para interactuar una billetera virtual.
La aplicación de la Blockchain a las finanzas
La blockchain, o “cadena de bloques”, es una tecnología que permite validar todo tipo de información en una red descentralizada de terceros que no puede ser alterada. Esta es pública y abierta a cualquier usuario, y su secreto es que funciona como una base de datos que utiliza la criptografía para proteger la información. Cada bloque nuevo que se suma a esta cadena, se agrega a bloques anteriores, pudiendo observarse todas las operaciones anteriores con seguridad y transparencia.
La importancia de la BlockChain es su rol innovador al tratarse de un sistema de usuario a usuario, sin terceros, entes, ni intermediarios que lo regulen. Esta base de datos es compartida de manera pública, permitiendo una mayor transparencia para los usuarios y para los prestadores de servicios financieros.
La primera plataforma DeFi nació con el Bitcoin en 2008, lo que propuso el uso de la blockchain de manera descentralizada. Pero el origen de la idea es mucho más antiguo. En 1995, Nick Szabo (un criptógrafo estadounidense) presentó su idea de los contratos inteligentes, es decir, 13 años antes de la creación del Bitcoin.
Sin embargo, el punto de inflexión fue el año 2014, con la llegada de Ethereum, que revolucionó todas las DeFi. Ethereum y sus smart contracts permitían a los desarrolladores de software crear lo que se imaginen sobre una cadena de bloques (blockchain).
Su uso para los criptoactivos, como las criptomonedas y los NFT, está siendo capitalizado también como un valioso recurso para importantes empresas, organizaciones y las finanzas en general. La blockchain permite operaciones transparentes y con menos errores operativos, generando enormes beneficios para los distintos actores de este ecosistema.
Esta tecnología se consolidó sin dudas como uno de los pilares de la arquitectura que conforma la cuarta revolución industrial que estamos transitando, junto a la Big Data. Y es esa apertura que empezó como un experimento, que hoy en día está generando un movimiento por sí mismo, un ecosistema financiero descentralizado que realiza operaciones millonarias y que los usuarios optan más a la hora de elegir un producto para sus finanzas personales.
¿Cuáles son las ventajas de las finanzas descentralizadas?
Con el recorrido que hemos hecho sobre qué es una blockchain, un contrato inteligente, y las finanzas descentralizadas, podemos identificar como sus principales ventajas que:
- Reduce gastos de intermediarios, haciendo la operación más económica para el usuario al no haber comisiones que pesen sobre ella.
- Las transferencias son instantáneas al formar parte de un ecosistema descentralizado donde no interviene ningún banco ni organismo central. Son productos desregulados cuya única regulación es el contrato inteligente.
- Hay menos burocracia, lo que se traduce en una operación ágil y sencilla.
- Mayor seguridad y transparencia gracias a la aplicación de la blockchain, donde la información queda encriptada dentro de la cadena de bloques, siendo visible de manera pública.
- Permite financiación internacional, sin fronteras. Las plataformas DeFi se ajustan a las necesidades de un público objetivo, pudiendo invertir allí donde se necesiten, proviniendo de cualquier lugar del mundo de manera segura.
- Produce una mayor inclusión financiera, brindando el acceso a servicios novedosos y de calidad para el usuario, sin la necesidad de que las personas estén bancarizadas. Su uso se posibilita con una billetera virtual.
Diferencia entre “finanzas descentralizadas” y “fintech”
Ahora bien, contamos con dos modelos novedosos de finanzas, las FinTech y las DeFi, que tienen el objetivo en común de ofrecer al usuario herramientas financieras novedosas que dejan atrás el modelo tradicional de finanzas bancarizado y uso de tarjetas físicas.
Las Fintech crean un nuevo ecosistema con el objetivo de crear un sistema de finanzas digitales que permita alcanzar a un mayor público, de manera eficiente, económica y global. Estas son las principales diferencias con las DeFi:
- Una FinTech es un ente centralizado, construido sobre software y con entornos controlados. A diferencia de este, una DeFi despliega su software sobre una blockchain descentralizada.
- Los contratos de una FinTech son contratos que siguen las coordenadas legales que todos conocemos. En cambio, los contratos inteligentes de las DeFi, son establecidos de manera igualitaria, cuya blockchain podemos ver y auditar libremente.
- Las decisiones de aprobación en una FinTech están atadas a una cadena burocrática, lo cual implica una pérdida corta o larga de tiempo para el usuario. Por otro lado, en las DeFi el contrato se reduce entre tú y la persona que brinda el crédito.
- Las FinTech utilizan bancos y la estructura de finanzas tradicional para brindar sus productos. Con las DeFi, no hace falta estar bancarizado, sólo se necesita una billetera virtual donde recibir tus fondos.
Es por todo lo anteriormente mencionado que podemos determinar que las finanzas descentralizadas no solo representan una revolución en la manera de interactuar y relacionarnos con nuestro entorno, sino que a futuro las DeFi tomarán un rol aún más predominante en el ecosistema financiero. Resultan en una verdadera inclusión financiera al alcance de todos, simplificando la accesibilidad. De está manera, generan democratización en el ecosistema financiero a través de las nuevas tecnologías produciendo así amplios beneficios para los usuarios.