Los plazos fijos son un tipo de inversión a corto plazo que se realiza a través de una entidad financiera. En términos generales, un plazo fijo es un depósito de dinero que se realiza por un período de tiempo determinado, y que genera un interés fijo durante ese tiempo.
Para realizar un plazo fijo, el inversor debe depositar una suma de dinero en una entidad financiera, acordando el plazo durante el cual el dinero estará inmovilizado. Al finalizar ese período, el inversor recupera el capital invertido más el interés generado, que puede variar en función del plazo y del tipo de interés acordado.
¿De cuánto fue el aumento en plazos fijos?
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) aumentó en 6 puntos porcentuales la tasa de interés del plazo fijo. De esta forma queda el rendimiento de la Tasa Nominal Anual en un 97% y el de la Tasa Efectiva Anual en un 154%. Lo que significa un 8,08% de rendimiento mensual.
¿Cómo me beneficia el aumento de las tasas de interés?
Si ahorrás en plazo fijo, este aumento puede beneficiarte de varias formas:
Mayor rendimiento: un aumento en la tasa de interés significa que recibirás más dinero como rendimiento por tus ahorros. Si ya tenías un plazo fijo, vas a ver un incremento en los intereses que ganas sobre tu inversión. Esto te permitirá obtener un mayor retorno en comparación con una tasa de interés más baja.
Crecimiento acelerado: con una tasa de interés más alta, tus ahorros pueden crecer de manera más rápida. Esto se debe a que los intereses generados se acumularán más rápidamente, lo que te permitirá aumentar tu capital en un período de tiempo más corto.
Mayor protección contra la inflación: si la tasa de interés aumenta, es probable que el rendimiento de tu plazo fijo supere la tasa de inflación. Esto significa que tus ahorros estarán mejor protegidos contra la pérdida de valor debido al aumento general de los precios. Al obtener un rendimiento superior a la inflación, tus ahorros conservarán mejor su poder adquisitivo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, como acaba de suceder, las tasas de interés están sujetas a cambios y pueden fluctuar con el tiempo. Por lo tanto, es recomendable evaluar cuidadosamente las condiciones del plazo fijo y las opciones disponibles antes de tomar cualquier decisión de ahorro o inversión.
Tipos de plazo fijos
Plazo Fijo Tradicional
Los plazos fijos constituidos bajo esta modalidad no pueden ser cancelados hasta su fecha de vencimiento. Al momento de constituir el plazo fijo podés optar por las opciones: “renovación total” (renueva capital e interés), “renovación parcial” (sólo renueva el capital) o “sin renovación”, lo que conducirá al depósito de todo el dinero al vencimiento del plazo fijo.
Plazo Fijo Precancelable o con Cancelación Anticipada
Este tipo de plazo fijo te permite obtener la rentabilidad de una inversión a 180 días, pudiendo disponer de tu dinero en el momento que lo necesites, una vez que haya transcurrido el plazo mínimo de 30 días contados desde la fecha de imposición.
En caso de no cancelar anticipadamente, cobrarás el capital más los intereses acumulados a tasa de pizarra, como el plazo fijo tradicional por ventanilla. En cambio, si utilizás la opción de disponer los fondos antes del vencimiento, se aplicará una tasa diferencial inferior a la antes descrita para el plazo correspondiente.
Plazo Fijo en UVAs
Te permite obtener un interés generado por una tasa fija y un componente variable, la UVA, que se ajusta según el índice CER, el cual refleja la evolución de la inflación. Por ejemplo: si depositas $130.000 en un banco y constituís un plazo fijo, ese monto se convierte en UVAs equivalentes según la cotización de ese día.
Al momento de vencer el plazo fijo, cobrarás la tasa fija más la cantidad de UVAs multiplicadas por la cotización de ese momento (y esa cotización se ha ajustado a la evolución de la inflación).
¿Qué plazo fijo me conviene?
Los plazos fijos son considerados una inversión segura y estable, ya que ofrecen una rentabilidad fija y predecible, y están respaldados por el sistema financiero. Sin embargo, la rentabilidad suele ser menor que la de otros tipos de inversión de mayor riesgo.
Pero en el contexto inflacionario argentino es una decisión no tan sencilla de tomar, dado que como te mencionamos, si bien la rentabilidad es fija y predecible, los altos puntos de inflación podrían erosionar tu dinero antes de que vuelva a tus manos. Por lo que acá te dejamos algunos aspectos y opciones a tener en cuenta.
Primero y fundamental chequeá todas las opciones antes de tomar una decisión. Compará las diferentes alternativas de inversión y cuáles son sus tasas de interés. Recordá que una tasa de interés es buena en tanto pueda generarte un rendimiento mayor a la tasa de inflación.
A la hora de decidir si poner tu dinero en un plazo fijo regular o un plazo fijo UVA, es importante que veas y entiendas los pros y contras de cada uno.
Por ejemplo, los plazos fijos regulares te ofrecen la ventaja de mayor flexibilidad al permitir retirar la plata (o renovar el plazo) a los primeros 30 días. Pero si bien las tasas de interés que ofrecen son fijas e incluso, hoy altas dado que actualmente rondan el 97%, nada te garantiza que el rendimiento vaya a ser mayor que la inflación. Lo cual es fundamental para que tu dinero no pierda valor adquisitivo una vez que lo retires.
Por otro lado, como te mencionamos más arriba los plazos fijos UVA si bien ofrecen una tasa de interés fija tienen un componente variable que se calcula a través de un Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) teniendo en cuenta la inflación, por lo que el rendimiento de tus ahorros está asegurado, estos plazos se pactan por un mínimo de 90 días, en los que no podrias retirar tu dinero (salvo que se “pre cancele” lo que te haría perder una parte del rendimiento acumulado). Por lo que puede que estés más atado de manos para hacer uso de tu capital frente a una subida del dólar o una emergencia personal.