crédito hipotecario

¿Qué es un crédito hipotecario y cómo funciona?

Comprar una casa requiere una inversión importante y debe ser una decisión bien pensada para la cual debemos tomarnos nuestro tiempo y evaluar todas las alternativas disponibles. Ahora bien, no siempre tendremos el dinero suficiente para comprar una vivienda con nuestros ahorros, es por esta razón, que surge como opción recurrir a una institución financiera para solicitar un crédito hipotecario.

El crédito para comprar una casa o un departamento se llama crédito hipotecario. También este tipo de créditos se pueden ofrecer para ampliar o realizar remodelaciones en nuestro hogar.

Este es un préstamo a largo plazo, es decir, quien lo solicita asume la obligación de pagarlo mensualmente, ya sea en 10, 15 o 20 años, y con una tasa de interés mensual, según lo que se pacte en el contrato.

Además es importante tener presente, que como una garantía para el cumplimiento de nuestros pagos, la casa que adquirimos se hipoteca, es decir, está a favor de la entidad financiera que nos presta el dinero. Es importante recalcar que si no se cumplen con los pagos mensuales, la entidad financiera puede embargar la propiedad, por eso resulta fundamental tener con qué asumir la deuda a la hora de tomarla. Por otro lado, también existe la posibilidad de adelantar las cuotas o cancelar toda la deuda en algún momento que se cuente con la disponibilidad financiera para hacerlo.

¿Cuál es la diferencia entre un crédito hipotecario, una hipoteca y un préstamo hipotecario?

La hipoteca es un producto bancario que permite al cliente recibir una determinada cantidad de dinero, a cambio del compromiso de devolver dicha cantidad mediante pagos periódicos, junto con los intereses acordados. La diferencia con otros tipos de préstamos es que cuenta con una garantía adicional, el inmueble adquirido.

En toda hipoteca hay dos elementos fundamentales, el primero es el contrato del préstamo. En él aparecen detalladas las obligaciones del deudor y las condiciones del préstamo. El segundo elemento es la garantía hipotecaria, que supone que en caso de impago, la entidad financiera puede convertirse en la dueña del inmueble

La cantidad máxima concedida por el crédito hipotecario, el plazo de pago y la cuota que deberá abonarse mensualmente se calcula en función de dos factores: El valor que resulta de la tasación de la vivienda y la capacidad de endeudamiento de quien solicita ese crédito (para esto, las entidades financieras realizan un estudio de los ingresos y gastos del solicitante, para valorar con qué cantidad de dinero cuenta mensualmente a fin efectuar los pagos de la hipoteca. Lo ideal es que la cuota mensual no sea mayor del 30/35% de los ingresos del solicitante). Un aspecto a tener en cuenta es que el valor de tasación no se debe confundir con el valor de compra venta del inmueble.

La principal diferencia entre una hipoteca y un crédito hipotecario es que si bien suelen ambos instrumentos para la adquisición de bienes inmuebles, la hipoteca puede realizarse sobre bienes muebles como vehículos u obras de arte y el dinero disponible luego de realizar la hipoteca, no necesariamente (aunque en la mayoría de casos sí lo es) debe ser utilizado para adquirir una vivienda.

Otro de los conceptos que son similares y muchas veces se terminan confundiendo, son los de préstamo y crédito. A la hora de hablar de crédito, nos referimos a cuando el banco o institución financiera le proporciona al cliente una cuenta, donde el cliente accede a la cantidad de dinero solicitado, que como contraparte resulta en el compromiso de suele ir pagando el crédito solicitado periódicamente, con los gastos e intereses determinados por la entidad.

Por su parte, en un préstamo, el banco le brinda al cliente una cantidad fija de dinero, que debe ser devuelta, junto a los intereses, en un tiempo predeterminado. Generalmente los préstamos suelen ser una operación a mediano o largo plazo, que se amortiza en cuotas mensuales, a medida que el cliente va afrontando esos pagos.

¿Qué tipos de créditos hipotecarios hay en Argentina?

En nuestro país hay una gama de opciones a la hora de solicitar un crédito hipotecario que son ofrecidas por el sistema bancario y por el gobierno, y varían en sus requisitos y montos.

Las mismas son:

  • Créditos hipotecarios normales: Son los créditos hipotecarios tradicionales ofrecidos por los bancos a sus usuarios.
  • Crédito hipotecario UVA: Los créditos hipotecarios UVA, se refiere a la Unidad de Valor Adquisitivo, una unidad cuyo es actualizado diariamente y es posible consultar a través del BCRA. Estos créditos están orientados a personas que se desempeñen en relación de dependencia o contratados, ya sean autónomos o monotributistas, así también como para jubilados y/o pensionados. 
  • Créditos Hipotecario PROCREAR: Esta línea de crédito está enfocada hacia las familias que necesiten comprar su primera vivienda. La particularidad es que dicha vivienda tiene que formar parte de alguno de los proyectos de desarrollo urbanístico del programa PROCREAR. Resulta importante aclarar que la adjudicación del crédito está sujeta inscribir y posteriormente salir sorteado en el sorteo que realiza la ANSES.

 

¿Qué aspectos hay que tener en cuenta a la hora de solicitar un crédito?

A la hora de tomar la decisión de solicitar un crédito hipotecario, quien lo solicite deberá realizar un análisis detallado sobre sus finanzas personales (gastos, ahorros, gastos futuros, ingresos) ya que conlleva el riesgo de que en caso de no poder afrontar las cuotas del crédito, se ejecutará la vivienda que adquirió. 

Otro de los riesgos es el flagelo de la inflación, que no permite prever a futuro los aumentos de ingresos, precios de las cosas y sobre todo, el valor del dólar (que se caracteriza por su fluctuación año a año, quedando así devaluados los sueldos). Si luego de analizar esas variables se toma la decisión de avanzar en la solicitud de un crédito hipotecario, es importante realizar una búsqueda detallada que permita encontrar la oferta que mejor se adecue a las necesidades de cada persona. Además servirá de sobremanera tener un amplio conocimiento del mercado inmobiliario y sus valores. 

Luego de realizar esa investigación y tener definido el monto máximo que se va a solicitar y el plazo de tiempo en que se proyecta pagar, solo resta elegir el tipo de crédito y la institución que lo facilitará para acercarse cada vez más al sueño de la casa propia.