El rumor tomó forma, y una vez que casi todos los periodistas que estaban en el tema lo habían confirmado, el propio Messi salió a aclarar la situación con sus palabras: su nuevo destino será la liga de Estados Unidos (Mayor League Soccer), más precisamente el Inter Miami.
Para esto, Lio rechazó nada menos que un contrato de Arabia Saudita (nuevo destino de Karim Benzema, el goleador del Real Madrid) de 400 millones de euros por temporada. ¿Por qué?
Más allá de las grandes diferencias entre vivir en Estados Unidos y Arabia Saudita, hay un gran arquitecto en el nuevo proyecto para el Inter Miami y la liga de EEUU llamado David Beckham. El ex jugador del Manchester United y Real Madrid, entre otros, es el dueño del equipo y forma parte de la organización (a través de la MLS) del Mundial de la FIFA 2026, que se jugará en Estados Unidos.
Apple y Adidas juegan su partido
Uno de los grandes beneficiados de la llegada de Messi al Inter Miami es Adidas. La marca alemana va a vestir por primera vez a nivel clubes (ya lo hace con la selección argentina) al astro argentino, ya que anteriormente en Barcelona y PSG, vestía con Nike.
Adidas perdió una considerable cuota de mercado en EEUU los últimos años a manos de Nike (le arrebató la vestimenta de los equipos de la NBA). El fútbol es un punto fundamental para la empresa germana, ya que es el mercado deportivo más grande.
Respecto a la participación de Apple en la llegada del 10, según el medio The Athletic, Messi recibirá un porcentaje de los ingresos de la MLS+, la transmisión on demand vía streaming que firmó la liga con el fabricante de los Iphone por 10 temporadas a cambio de 2500 millones de dólares.
Posibilidad de ser dueño de un equipo
Por otro lado, Messi va a tener la oportunidad de comprar un equipo cuando se retire si lo desea, tal cual hizo Beckham con el Inter.
David compró parte del club en 2007, pero no fue hasta 2018 que se creó formalmente y recién 2020 empezó a competir. El negocio estuvo en que Beckham no tuvo que pagar una descabellada cifra (como los 300 millones que se pagaron por el New York City, por ejemplo).
Con su llegada al condado de Miami-Dade, el ex jugador inglés ejerció su opción de compra de una franquicia de expansión (como se conoce a los equipos nuevos) por un precio de 25 millones de dólares. Esto le dejó una enorme fortuna que se verá ampliada con la llegada de Messi al equipo y la ciudad.