Beneficios de estar en blanco: ¿vale la pena?

En el mundo laboral argentino, la registración formal del empleo sigue siendo un tema central de debate. Aunque muchas personas siguen trabajando en la informalidad, estar en blanco trae múltiples beneficios que van más allá del sueldo mensual.

Diversos especialistas dieron en detalle cuáles son los beneficios de estar registrado y por qué algunos empleadores siguen evitando el registro de sus trabajadores.

¿Qué significa estar en blanco?

Trabajar en blanco implica que el contrato de trabajo está registrado en el sistema formal. Esto significa que el empleador realiza los aportes obligatorios a la seguridad social, garantizando el acceso del trabajador a derechos laborales, cobertura médica y previsional.

Los principales beneficios de estar en blanco son:

  • Cobertura de una Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART) en caso de accidentes o enfermedades laborales.
  • Acceso a una obra social que cubra gastos médicos.
  • Aportes jubilatorios, fundamentales para el futuro previsional.
  • Derecho a vacaciones pagas y licencias por enfermedad, maternidad, embarazo o matrimonio.
  • Fondo de desempleo en caso de despido sin causa.

Además, estar registrado facilita la obtención de créditos, tarjetas bancarias y la posibilidad de firmar contratos de alquiler, entre otros beneficios que impactan directamente en la vida cotidiana del trabajador.

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¿Qué ítems están incluidos en el pago en blanco?

El salario de un trabajador en blanco no solo incluye el sueldo base, sino también una serie de aportes y contribuciones obligatorias que garantizan su protección social.

Estos incluyen:

  • Aportes al sistema de la Seguridad Social.
  • Pago a la ART para cobertura ante accidentes laborales.
  • Contribuciones a una obra social.
  • Seguro de vida.
  • En algunos casos, aportes sindicales según la actividad.

Diferencias clave con el trabajo en negro

El trabajo informal deja a los empleados en una situación de vulnerabilidad. En caso de enfermedad o accidente, sin cobertura médica ni ART, los costos deben ser afrontados de manera personal.

Además, en un empleo en negro, el trabajador no genera aportes jubilatorios, lo que pone en riesgo su retiro futuro. Tampoco cuenta con derecho a indemnización por despido ni puede acceder al fondo de desempleo.

Para los especialiastas, la mayor diferencia radica en que el empleo en blanco brinda seguridad y respaldo ante cualquier imprevisto, mientras que en la informalidad el trabajador queda expuesto a la incertidumbre y sin herramientas legales para reclamar derechos.

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¿Por qué algunos empleadores no registran a sus trabajadores?

A pesar de los beneficios tanto para el trabajador como para la empresa, la informalidad laboral sigue siendo una realidad en Argentina. Entre las razones más comunes por las que algunos empleadores eluden la registración, los especialistas destacan:

  1. Altos costos impositivos: el pago de cargas sociales y contribuciones puede resultar oneroso para los empleadores. Sin embargo, mantener a los trabajadores en negro puede traer consecuencias más costosas, como multas y juicios laborales.
  2. Pedido del propio trabajador: en algunos casos, los empleados prefieren no ser registrados para no perder beneficios sociales como planes de asistencia estatal.
  3. Falta de regulación y control: a pesar de los avances en inspección y fiscalización, todavía existen sectores donde la informalidad es la norma.

¿Vale la pena estar en blanco?

Más allá del sueldo que se perciba, estar registrado brinda estabilidad, derechos y protección en diferentes aspectos de la vida laboral y personal. Los beneficios a largo plazo, como la jubilación y la cobertura médica, hacen que trabajar en blanco sea una decisión que garantiza tranquilidad y seguridad.

Sin embargo, la informalidad sigue siendo un problema estructural que requiere políticas públicas que equilibren la carga impositiva y los incentivos para la formalización del empleo. Mientras tanto, los trabajadores deben conocer sus derechos y exigir el cumplimiento de la legislación laboral para acceder a una mejor calidad de vida.