Cuando las finanzas personales no están en su mejor estado pueden generar una constante preocupación, ya que, o no alcanza el dinero para llegar a fin de mes o las deudas se acrecientan. Pero cuando sucede lo contrario, es decir, cuando hay un resto disponible para ahorrar o invertir, en muchos casos se entra en la disyuntiva de qué hacer con ese dinero y a veces también termina siendo una situación preocupante.
Por eso, tener las herramientas adecuadas para elegir la mejor opción es clave para hacer crecer el capital propio y que este no pierda valor.
Por lo general, ahorrar o invertir son las opciones más recurrentes a la hora de tener un capital disponible. En este sentido, tener que decidir entre estas dos estrategias es un cuestionamiento que se da muy seguido entre las personas que buscan concretar un objetivo específico con una parte de su dinero. Pero muchas veces, a pesar de que ambas opciones tienen cierta similitud, pueden generar dudas o confusiones a la hora de decidir por alguna.
¿Qué diferencia existe entre ahorrar e invertir?
Cuando una persona tiene la posibilidad y capacidad de separar una parte del ingreso mensual y guardarla ya sea en el banco o en una alcancía para destinarlo a un objetivo específico o para alguna emergencia que se pueda presentar, eso se llama ahorrar. Pero, nunca hay que perder de vista el contexto en el que estamos ahorrando. ¿por qué es necesario hacerse esta pregunta? Es necesario porque en momentos determinados el dinero puede estar perdiendo valor por ejemplo por la inflación o la moneda en la que estamos ahorrando no es la adecuada.
Hay muchas maneras de ahorrar: algunas de ellas son a través de los bancos en cajas de ahorro, plazos fijos, o también de manera más informal guardandola en las casas o prestando a familiares o amigos. Cada una tiene ventajas y desventajas particulares que dependiendo la situación de cada persona va a convenir más una que otra.
Por otro lado, las inversiones suelen ser una temática conocida por una minoría. En muchos casos, se tiene temor a perder el dinero invertido o que el resultado no sea el esperado. Es verdad que invertir implica asumir riesgos ya que dependiendo de la alternativa de inversión que se elija, el resultado dependerá de diferentes factores como los mercados financieros. Pero no se tiene que perder de vista que ahorrar de la manera equivocada también implica riesgos y puede hacer que el capital disminuya en vez de que crezca.
Al invertir, los riesgos se pueden controlar o mitigar ya que se puede solicitar asesoramiento y consejos de especialistas, también existen muchos instrumentos que pueden ser mejor para nuestra situación particular y así se podrá medir nuestra tolerancia de riesgo y poner en claro el horizonte de inversión.
Al invertir también puedes prestar tu dinero: al gobierno o empresas (bonos), de los que puedes recibir un interés fijo de forma periódica, a través de productos de inversión que estén administrados por expertos y regulados por autoridades.
¿Por qué los mexicanos tienden a ahorrar más que invertir?
De acuerdo con el estudio Global Investor Pulse: en México, el 54% de los inversionistas sienten que no cuentan con el dinero suficiente para empezar a invertir; en relación a esto, muchas veces existe el mito de que para poder invertir se necesita gran cantidad de dinero, cuando no es así.
Según el mismo estudio, el 61% de los mexicanos, tienen miedo de perder su dinero si invierten. Esto tiene que ver con el bajo nivel de cultura financiera con la cuentan la mayoría de los mexicanos. Por lo que en consecuencia, genera más reticencia a probar nuevas formas de hacer crecer el capital.
¿En dónde puedo comenzar a invertir?
Tal como el estudio recién mencionado lo reflejó, la creencia de que para invertir es necesario grandes cantidades de dinero o tener mucho conocimiento es algo que está internalizado en la sociedad mexicana. Por eso es importante fomentar el interés y trabajar en la educación y cultura financiera para que todas las personas cuenten con información.
Para comenzar a invertir, es necesario tener en cuenta algunas cuestiones; a continuación, te compartimos algunos consejos que debes considerar:
• Definir metas: Este es un punto fundamental ya que será el faro hacia donde queremos llegar. Esto te permitirá saber lo que quieres lograr y buscar los instrumentos para alcanzar ese objetivo.
• Realizar un presupuesto: Saber cuál es nuestra capacidad de inversión y los recursos que vamos a destinar es otro punto muy importante para empezar a invertir.
• Tener un horizonte claro de inversión: Fijar objetivos claros y reales es primordial para que nuestra meta no concluya antes de lo deseado y obtengamos los resultados que queremos.
• Determinar un perfil inversionista: Existen varios perfiles de inversionista: conservador, moderado o arriesgado. Saber en cuál nos posicionamos es clave para proceder luego.
• Buscar asesoría de un especialista: Para invertir y poder construir un portfolio, es necesario conocer cómo funcionan los mercados y tener en cuenta instituciones financieras para un asesoramiento adecuado es un buen consejo para empezar.