Una situación que comprometa nuestro bienestar o a nuestros bienes materiales puede aparecer en cualquier momento. Ser consciente de ello te permitirá estar preparado. ¿Cómo? Mediante la contratación de un seguro que te protege en caso en caso de que algo te llegara a pasar. Las posibilidades son amplias: existen seguros de vida, en el trabajo, para el hogar, para viajes, para bienes específicos como electrodomésticos, o elementos tecnológicos -cámara de fotos, celulares, computadoras, tablets, entre otros-. Uno de los más conocidos es también el seguro del auto que, en distintos grados, protege en caso de sufrir un siniestro.
Mediante un contrato entre el usuario y la compañía aseguradora se establece que esta te otorgará una póliza de seguro, es decir, una cobertura ante algunas situaciones contempladas previamente para indemnizar al afectado. Para que esto suceda, es necesario el pago periódico de cuotas establecidas de común acuerdo entre el usuario y la aseguradora.
¿Qué es un broker de seguro?
Los brokers de seguros, cuya traducción directa del inglés “corredores” de seguros, son intermediarios entre un usuario y distintas aseguradoras. Se trata de profesionales de seguros que conocen detalles y precisiones sobre los productos y coberturas disponibles y la dinámica del sector. Actúan entonces como expertos que se ocupan de comercializar pólizas o contratos varios y auxilian a las personas en la búsqueda de uno que cumpla con sus necesidades. Por lo tanto, implica que el cliente no está asociado directamente a ninguna aseguradora. En ese rol, el broker se encargará de controlar y llevar a cabo todas las gestiones entre la aseguradora y el asegurado. Además del contrato, se ocuparán de los trámites necesarios y todo tipo de cuestiones que surjan alrededor de una póliza.
El objetivo de un broker es asegurar la mejor protección posible para cada uno de sus clientes. Brindan soporte y servicios de valor agregado al productor y a la aseguradora dado que, cuando es necesario, incluso elaboran nuevas coberturas para sumar nuevos negocios en el mercado.
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¿Cómo funciona?
Un broker de seguro trabaja con muchas aseguradoras, por lo tanto, su función principal es recopilar toda la información disponible para poder comunicarle a los usuarios todas las opciones con las que cuentan a la hora de querer contratar un seguro. Teniendo en cuenta las necesidades y preferencias de sus clientes y tras analizar los posibles riesgos, debe cotizar diferentes opciones y comparar las propuestas de las distintas compañías de seguros. Una vez presupuestado, le facilitará a su cliente las diferentes opciones para que pueda comparar las tarifas y condiciones de las diferentes coberturas. Luego se deberá ocupar de cerrar el acuerdo, las renovaciones o cancelaciones de pólizas como así también todos los trámites que tengan que ver con la relación entre los usuarios y las aseguradoras.
Por lo tanto, las funciones de los brokers son:
- Estudiar y evaluar las necesidades de cada usuario.
- Cotizar y comparar las distintas compañías de seguros.
- Estar informado sobre cada una de las coberturas.
- Ocuparse de renovaciones, cancelaciones de pólizas.
- Informar al usuario ante cambios en los seguros.
Ventajas y desventajas de contratar un seguro con un broker vs con la aseguradora directamente
Al no pertenecer a ninguna compañía, técnicamente, el broker debería situarse en una posición neutral para asesorar al usuario y recomendarle la opción que mejor se adapte a sus necesidades. Deben funcionar como un intermediario, que no solo se ocupará de los trámites necesarios, sino de la asesoría imparcial pertinente que le permite a su cliente tomar una decisión informada a la hora de contratar un seguro. Además, entre las ventajas de contratar un seguro se encuentran los servicios post venta: siempre serán quienes medien en la relación entre aseguradora y asegurado y funcionan como un respaldo. Se encargaran de la realización del contrato y su renovación, gestionar los siniestros y sus derivados trámites en caso de que ocurran o reclamos ya que te representarán legalmente -además de ser quienes gestionan tu póliza ante la compañía a la que perteneces, ante la ley son quienes deben defenderse-.
En caso de lidiar con la aseguradora directamente la primera diferencia es que esta sólo podrá ofrecerle al usuario los productos de su compañía, a diferencia de un broker que presenta las opciones de varias empresas. Sumado a eso, será el usuario quien deberá hacerse cargo de todos los trámites y no estará respaldado con un broker de seguros, sino que su relación será directamente con las aseguradoras.