La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió, en su anteúltima reunión del año, mantener la tasa de interés en el nivel actual de 11,25%. Esta es la quinta vez que se decide mantener la tasa, ya que no se realizan cambios desde el mes de marzo, cuando subió de 11% a 11,25%. 

En estos niveles, la tasa de interés de México se sitúa en niveles no vistos desde el año 2008, cuando el Banxico decidió adoptar el régimen actual para alcanzar un objetivo de la tasa de fondeo interbancario de 24 horas. 

La tasa de interés que decide el Banco de México se utiliza como referencia para los instrumentos del sistema financiero como créditos, préstamos, hipotecas, activos de inversión, entre otros. Esto tiene un impacto directo en la economía, ya que una tasa de interés alta puede llevar a un enfriamiento de la economía y un estancamiento, producto de no poder tomar deuda para invertir o seguir expandiendo los negocios.

Banco de México y su proyección de la inflación 

Los directivos también mejoraron sus perspectivas futuras de inflación, que actualmente se encuentra por encima del rango establecido por el Banxico de entre 3% y 4% (IPC de octubre alcanzó el 4,26% interanual). 

Las proyecciones de la entidad para el final del 2023 dan que la inflación terminará en 4,4%, un 0,3% más bajo que lo anunciado para el mismo periodo de la junta anterior en octubre. La inflación al cierre del primer trimestre del 2024 estiman que estará en 4,3%, apenas un poco mejor que el 4,4% estimado previamente. 

El Banxico estima que la inflación se sitúe en el rango meta de entre 3% y 4% recién en el segundo trimestre de 2025. 

Estas proyecciones, sin embargo, están sujetas a ciertos riesgos, advirtió el Banco de México. Algunos de ellos son: persistencia de la inflación subyacente (productos que varían menos de precio), depreciación cambiaria, más presiones a los costos, economía resiliente y presiones en los precios de la energía o agropecuarios.