El sistema jubilatorio en México se basa en un sistema de seguridad social que es administrado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), para los trabajadores del sector privado, y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), para los trabajadores del sector público respectivamente. 

Los trabajadores que cotizan al IMSS o ISSSTE acumulan un fondo de ahorro para el retiro que se conoce como Afore (Administradora de Fondos para el Retiro). Estas afores invierten los fondos de los trabajadores en diferentes instrumentos financieros para generar rendimientos y hacer crecer el dinero ahorrado.

Cuando el trabajador se jubila, puede elegir entre diferentes modalidades de pensión, incluyendo una pensión vitalicia o un retiro en una sola exhibición. El monto de la pensión depende del número de años cotizados y del salario promedio.

Para suerte de los mexicanos, desde 2021 se han introducido diferentes cambios que proveen nuevas facilidades y beneficios para los jubilados, desde la reducción del número de semanas cotizadas que requería un trabajador para tener derecho a una pensión garantizada; hasta el incremento gradual de la aportación de acuerdo con el salario base de los trabajadores con el objetivo de llegar al 15% de los trabajadores en 2030.

¿Qué tipos de jubilación hay? 

Como mencionamos previamente, en México existen diferentes tipos de jubilación dependiendo de si fuiste trabajador del sector privado o del sector público. 

En el primer caso, tu sistema de pensiones estará a cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); en el segundo, serás un pensionado del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). 

Si te jubilas en el IMSS

Existen dos regímenes para jubilarse a través del IMSS:

• Régimen de 1973, para aquellas personas que comenzaron a cotizar antes del 1 de julio de 1997.
  • Debes tener 500 semanas de cotización.
  • Por lo menos 60 años de edad, para acceder a la pensión de cesantía o 65, para la pensión de vejez. 
  • La pensión se determina con base en el sueldo promedio de las últimas 250 semanas que hayas cotizado. 

• Régimen de 1997, aquellos trabajadores que iniciaron a cotizar ante el seguro social a partir del 1 de julio de 1997.
  • Desde 2021, se requieren 750 semanas cotizadas en el seguro social. 
  • Para acceder a la pensión por cesantía, tener de 60 a 64 años y 65 para la pensión por vejez. 
  • Contar con una afore y un Expediente de Identificación de Trabajador actualizado, que incluye datos biométricos. 
  • La pensión que te otorguen estará determinada por lo que hayas ahorrado a través de la afore. 

Hay tres modalidades para el pago de tu pensión que son Renta Vitalicia, donde recibirás el dinero por medio de una aseguradora; Retiro Programado, donde tu propia afore es la que te paga la pensión, o Pensión Mínima Garantizada, en la que el Gobierno federal es el que paga la pensión. 

Si eres jubilado del ISSSTE

La pensión se calcula con base en el último año inmediato al momento de solicitar la jubilación. Existen tres tipos de pensiones para esta modalidad:

• Pensión por jubilación. Se considera el tiempo que hayas cotizado en el ISSSTE y tu edad, debes tener al menos 30 años de servicio, en el caso de los hombres y 28, en el de las mujeres.

La edad mínima para retirarte depende del año en el que tramites tu pensión.

En 2021 es de 56 años para los hombres y 54, para las mujeres. Se irá incrementando un año la edad de retiro hasta alcanzar en 2028, los 60 para los hombres y 58 para las mujeres.

• Pensión por edad y tiempo de servicio. Debes tener al menos 60 años cumplidos. El monto está determinado por el tiempo de servicio que tengas. Con 15 años de servicio, podrás acceder al 50% de tu sueldo base; a los 20, al 62.5% y a los 29, al 95%.

• Pensión por Cesantía en Edad Avanzada. La edad mínima es de 65 años y debes tener al menos 10 años de servicio. La pensión se calcula considerando el sueldo base del último año que estuviste trabajando. 

Si te pensionas a los 65 años te darán el 40% de tu sueldo base. El monto va subiendo hasta alcanzar el 50% a los 70, o más. 

• Esquema de cuenta individual. Para pensionarte con esta modalidad, se considera lo que tengas ahorrado en tu cuenta de la afore y no el sueldo base que hayas percibido. También hay tres tipos de pensiones:

• Renta vitalicia. Es manejada por una aseguradora y en la que debes tener al menos 25 años de cotización en el ISSSTE. Con esta modalidad se te garantiza que recibirás tu pensión de por vida.

• Retiro programado. La pensión te la pagará tu afore y solo se considera el monto que tengas ahorrado en tu cuenta, por lo que se ajusta cada año, dependiendo de cuánto dinero tengas. 

• Pensión garantizada. Esta es solo para las personas que alcanzaron los requisitos de edad y cotización en el ISSSTE (25 años), pero que lo ahorrado en su afore no les permita contratar una renta vitalicia o retiro programado. 

Es importante tener en cuenta que los montos de las pensiones varían en función de cada caso específico y de la modalidad de pensión elegida por el trabajador. Además, las afores que administran los fondos de ahorro para el retiro también pueden generar rendimientos adicionales que se suman al monto de la pensión.

¿Cuáles son los beneficios del sistema jubilatorio mexicano?

El sistema jubilatorio mexicano tiene varios beneficios, entre los que podemos mencionar los siguientes: 

• Ahorro para el retiro: que los trabajadores acumulen un fondo de ahorro para el retiro a través de las afores, lo que les permite contar con un ingreso seguro durante su retiro.
• Rendimientos financieros: los fondos acumulados en las afores son invertidos en diferentes instrumentos financieros que generan rendimientos, lo que hace crecer el dinero ahorrado por los trabajadores.
• Seguridad social: el sistema jubilatorio está integrado a un sistema de seguridad social que ofrece servicios médicos y de salud a los trabajadores y sus familias, lo que les brinda protección en caso de enfermedades o accidentes.

Es importante destacar que aunque el sistema jubilatorio en México tiene beneficios importantes, también enfrenta retos y desafíos que deben ser abordados para garantizar una protección adecuada a los trabajadores.