Ha comenzado el 2023 y todos queremos planificar una lista de propósitos, tanto personales como profesionales. Uno muy importante siempre suele ser respecto a lo económico: ahorrar para comprarte un auto, un celular, una computadora, un nuevo lavarropas. O bien, conseguir trabajo, dejar de malgastar, ahorrar para unas vacaciones. Es muy fácil escribir los objetivos pero siempre resulta imposible cumplirlos. Nos ponemos metas muy altas y luego cuesta cumplirlas. Pero, ¿qué hay de lo sencillo? ¿Por qué no construir buenos hábitos que no te resulten muy complicados?
¿Qué hábitos debería tener para alcanzar mis metas financieras?
Parece complejo, pero es más fácil de lo que pensás. Aunque no lo creas, una buena planificación es la clave para empezar las cosas con buen pie. El primer consejo para incorporar como un hábito es llevar el control de tus ingresos y gastos: saber cuánto ganás (ingreso neto) y cuánto gastás en un mes. Así sabrás si te excedés o no y pensar cómo podés controlarlo.
En segundo lugar, después de los gastos en compras y comidas navideñas, podés empezar a reducir los gastos no esenciales. Pensar en disminuir estos gastos una vez terminen las vacaciones puede ser una buena forma de crear nuevos hábitos para no derrochar. Con gastos no esenciales hablamos de salidas a comer, al cine, taxis para no tomar transporte público son cosas que se pueden hacer pero con un margen de tiempo más amplio.
Otro buen hábito puede ser planificar las compras. Por ejemplo, cuando vas al mercado o supermercado, debés elaborar una lista y respetar esa lista, para no adquirir algo que no necesitás. Otra cosa que podés hacer es ir a distintos mercados para comparar precios y así la próxima vez volver al más económico.
Otro buen hábito es ahorrar, aunque sea en pequeñas cantidades. En este sentido, lo ideal es ahorrar al menos el 10% de tus ingresos, y acumular en el tiempo unos 3 sueldos mensuales como mínimo.
En los últimos años nos hemos acostumbrado a no utilizar dinero en efectivo. Las tarjetas de crédito nos acompañan a todas partes y debemos utilizarlas con inteligencia. La mejor forma de utilizar la tarjeta es bajo la modalidad de “crédito directo” o “pago total”, es decir, consumes tus gastos del “día a día” con la tarjeta y la dejas en “cero” (pagas todo) llegada la fecha de pago, ya que de esta forma no se generan intereses.
Hacer un consumo con la tarjeta y pagarlo en cuotas o con los pagos mínimos suele ser muy caro, salvo que se trate de una promoción de “cuotas sin intereses”, donde sí te conviene, siempre que sea un monto grande.
Otro consejo que podemos ofrecerte es que si vas a tomar un crédito, que sea en la moneda en la que recibes tus ingresos. Si cobras en pesos uruguayos, no pidas un crédito en dólares que seguramente luego no podrás devolver. Respecto a esto, es importante que mantengas un buen historial crediticio. Debés cuidar tu reputación crediticia, cumpliendo puntualmente con tus obligaciones, y no solo cuando se trate de deudas con entidades financieras, sino también con otras instituciones como Sunat, el pago de luz, agua, teléfono, y demás, ya que todo ello se reporta a las centrales de riesgo. De lo contrario, podés limitar tu posibilidad de obtener un nuevo financiamiento, pero además podrías perder oportunidades laborales o de negocios.
Y esto son solo algunos consejos que podés aplicar en tu vida diaria. Recordá que en nuestro blog te mantenemos al tanto de temas financieros, situación del país y te brindamos aún más consejos para que puedas ahorrar y utilizar tu dinero de la mejor manera posible.