plazo fijo

¿Qué es un plazo fijo y cómo funciona?

Lo más importante que debemos aprender a hacer con nuestros ahorros, más allá de conseguirlos y generarlos, es mantenerlos. Muchos dicen que el dinero guardado en la casa, sea la moneda que sea, pierde valor. ¿Es cierto esto? En términos reales sí. Ya que en general todas las monedas tienden a depreciarse (¡incluso el dólar!) y hay estrategias para evitar que pierdan valor tus ahorros. En está nota te contamos un poco más sobre esto.

¿Qué es un plazo fijo?

Seguramente escuchaste hablar sobre los plazos fijos. Un plazo fijo es un tipo de inversión donde la persona hace un depósito de una cierta cantidad de dinero durante un tiempo determinado. Concluido ese plazo de tiempo, la persona recibirá el monto que invirtió sumado a una cantidad de intereses. Cada plazo fijo tiene su propia tasa de interés. En los términos y condiciones de este, se fija cuánto tiempo deberá transcurrir para que el inversor retire su dinero inicial, así como la frecuencia en la que se cobran los intereses. 

Los plazos fijos son un elemento clave en el sistema bancario tradicional ya que el dinero que los clientes ingresan para percibir intereses el banco lo utiliza, a su vez, para prestarlo a otros clientes y cobrarles un interés generalmente mayor que el de los plazos fijos. De esta manera, el capital que los clientes confían a la entidad, para recibir ingresos pasivos, es el sustento de este sistema financiero.

¿Cuáles son las ventajas de un plazo fijo?

Una gran ventaja del plazo fijo como modo de inversión, es que no hay riesgo alguno. El plazo fijo no está atado a los vaivenes del mercado, por ejemplo, a la cotización de una acción. El “lado B” sería que la persona que pone su dinero en un plazo fijo, tiene que estar dispuesta a no utilizar esa plata durante el tiempo que dure el plazo fijo. Es por esto que, siempre se recomienda evaluar con minuciosidad previamente. 

Cuenta corriente o caja de ahorro: ¿cuál es la mejor opción de ahorro?

La principal diferencia entre una cuenta corriente y una caja de ahorro es que la primera tiene una comisión mensual de mantenimiento y la segunda, es totalmente gratuita. Además, el titular de una caja de ahorro tiene que ser siempre una persona física (es decir, no puede ser una empresa), en cambio, una persona jurídica podría ser titular de una cuenta corriente. Es por eso que si tenés un negocio, lo ideal es que tengas una cuenta corriente. 

Además, si sos usuario de una caja de ahorro, solo podrías disponer del dinero depositado ahí. A diferencia de la cuenta corriente, que te permite disponer de más dinero del que figura en tu saldo. Es posible efectuar giros en descubierto que generen saldos negativos, pero, ¡cuidado! Estos darán lugar a intereses. 

Veníamos hablando de los plazos fijos, y de la importancia de mantener el valor de tus ahorros. Trajimos a colación la caja de ahorro, y por el nombre, te puede sonar como una buena forma de ahorrar. Pero deberías pensarlo dos veces, tener todo tu dinero en tu caja de ahorro o cuenta corriente, implica que no genera rendimientos y que de a muy poquito, va perdiendo el valor. Por ende, desde el punto de vista financiero, antes de tener el dinero estacionado en una caja de ahorro, es conveniente ingresarlo en un plazo fijo. 

En Uruguay es posible encontrar plazos fijos que rindan hasta un 8,5% anual. Significa que, al cabo de un año, obtendrás un 8,5% de intereses. Depende del banco o la entidad que sea quien ofrece el plazo fijo, es el monto de intereses que se pueden generar. 

¿Cómo genero ahorros para poner en un plazo fijo?

Hay varias estrategias de ahorro que podrías implementar para separar un poco de dinero a fin de ponerla en un plazo fijo. Si conoces bien tus gastos, vas a poder identificar gastos superfluos y eliminarlos, aprovechar mejor promociones y beneficios de tu banco y suscripciones, así como cancelar a tiempo tus deudas. 

El primer tip es revisar los gastos de servicios, mirando con mucha atención y minuciosidad las facturas de telefonía e internet. Muchas veces, pasa que los paquetes incluyen más de un servicio entonces son más económicos, quizá es hora de revisar tus suscripciones y contratar algún paquete que sea más barato que abonar los servicios por separado. 

Otro tema importante es ponerle un ojo a los gastos de la tarjeta de crédito y estar seguro de que todo lo que te están cobrando son servicios que estás utilizando.

Los gastos hormiga son esos que los haces sin darte cuenta y pensás que no te afectan al balance total de las finanzas familiares. ¿Cómo evitarlos? Detectándolos y teniendo mayor control. Por ejemplo, planificar a la hora de ir al supermercado es central. 

Si es posible en tu caso, una gran manera de ahorrar es separar un poco de dinero apenas comienza el mes. Mentalmente, organizaras tu economía pensando que no dispones de ese dinero, por ende, será mucho más fácil no gastarlo. Es un gran error creer que el ahorro debe ser lo que sobra a fin de mes del salario. ¡Es totalmente a la inversa!

En fin, generar ahorros es el primer paso, para luego poder mantener su valor. Hay diversas formas de ahorrar, y para todos es posible. Siempre, la clave del éxito es el orden y la planificación. Además, ¡ponerlos en un plazo fijo es una opción de inversión sin riesgo!