Billetera con pesos uruguayos

Crece la economía en Uruguay: ¿dónde me conviene invertir?

Según un informe de Cuentas Nacionales del Banco Central de Uruguay (BCU), la economía del país ha crecido un 1,1% en el segundo trimestre del 2022. La medición se realizó a través de la comparación de este trimestre con el segundo del 2021.

El resultado positivo se dio gracias a varios elementos: los altos rendimientos alcanzados en la cosecha de soja; la normalización de las condiciones sanitarias en el país; y el crecimiento de la enseñanza en las escuelas. 

A su vez, el informe destacó cifras crecientes en la mayoría de los sectores, con una mayor incidencia en las áreas de salud, educación, inmobiliaria y agricultura, pesca y minería.

Por otra parte, el informe registró un aumento del 6,1% en el consumo, mientras que las inversiones subieron un 3,9%. Frente a este crecimiento económico, es óptimo que como ciudadanos nos preguntemos: ¿Dónde y por qué me conviene invertir?

Estas son las razones por las que hay que invertir en Uruguay

Son muchas las razones por las que tanto ciudadanos uruguayos como inversionistas extranjeros deciden invertir su dinero en este país.

La Inversión Extranjera Directa (IED) ha alcanzado niveles récord. Esto ha permitido al país posicionarse entre los principales receptores de IED, en términos del PBI en América Latina. 

Además, Uruguay se ha posicionado como uno de los países con mayor estabilidad política, económica y social de América Latina. La estabilidad, sumada a su sólido crecimiento económico, llegó a que miles de ciudadanos de países vecinos decidieran realizar inversiones aquí.

Sí frente a este contexto estás pensando en rentabilizar tus ahorros, lo más conveniente será empezar a invertir cuanto antes.

Cómo empezar a invertir

Si recién estás aprendiendo a invertir, lo más recomendable es empezar con una determinada cantidad de dinero e ir haciendo pequeños aportes periódicos. Esto nos asegurará tener cierta rentabilidad a futuro.

Una vez que decidamos cómo vamos a invertir, es necesario determinar dónde lo vamos a hacer. Para eso, podremos acudir a los mercados financieros a través de diferentes productos que se adaptarán a nuestras necesidades y objetivos de inversión.

  • Abrir una cuenta de ahorro. La cuenta de ahorro es un tipo de cuenta bancaria en el que la persona deposita, de forma recurrente o puntual, una determinada cantidad de dinero. De esta manera, el banco establece tasas que te permitirá generar intereses a percibir.

A su vez, este tipo de cuenta te permite la disponibilidad inmediata del dinero a través de una oficina o cajero. Es posible que este tipo de cuenta lleve asociadas comisiones por apertura, mantenimiento u otros supuestos derivados de la gestión de la misma.

  • Comprar bienes inmuebles. Cuando hablamos de la compra de bienes para invertir, nos referimos a la adquisición de inmuebles (como pueden ser casas, locales o autos, entre otros).

Si disponemos de ahorros, podemos invertir parte de ellos en la compra de un bien inmueble que, más tarde, podremos alquilar para que nos genere ingresos; o vender a un precio mayor.

  • Contratar un plan de pensiones. Se trata de un tipo de inversión en donde iremos ingresando, de manera puntual o periódica, una determinada cantidad de dinero. Con ella, el banco realizará una serie de inversiones previamente acordadas con el fin de rentabilizar y obtener beneficios. Cuando el inversor llegue a la jubilación y así lo desee, podrá ir retirando esta cantidad a través de una serie de cuotas mensuales, No obstante, si lo desea, también puede retirar todo el capital disponible de una sola vez.
  • Fondo de inversión. Los fondos de inversión son una buena forma de tener una inversión compuesta por diferentes activos de distintas zonas geográficas y sectores, ya que su funcionamiento está basado en la inversión colectiva, lo que significa que se agrupa el capital de muchos ahorradores y diversifica.

Esta es una muy buena opción para aquellos que están buscando planificar su retiro, pudiendo actuar como un ingreso complementario a la jubilación, pero con la flexibilidad y liquidez que permite un fondo de inversión (disponer del dinero en un plazo de siete días).