La digitalización se trata del traspaso de lo material a lo en línea. Este aumento continuo y exponencial hace que hoy presentemos las tarjetas virtuales. Te contaremos en qué consisten, junto con sus ventajas y diferencias sobre el pago tradicional.
Tarjetas virtuales: ¿Qué son?
Las tarjetas virtuales son tarjetas bancarias que solo existen en manera online y se almacenan en un monedero electrónico o wallet de tu teléfono móvil. Se la considera un instrumento financiero que te permite realizar de forma rápida, cómoda y segura todas tus compras, transferencias y consultas en línea.
Se encuentran encriptadas, son seguras, fáciles de usar y facilitan los pagos tanto de forma online como en tiendas físicas. Por eso se han convertido en una opción cada vez más recurrente por los consumidores.
¿Cómo funcionan?
En lo que respecta a los fondos disponibles en ella, este tipo se puede presentar bajo distintas formas, en función de la entidad bancaria. Una opción mayoritaria es el prepago, en el que el usuario carga un saldo determinado, por ejemplo, a través de la app de banca digital, un cajero o una sucursal. Otra opción, es la vinculada a una cuenta corriente, como ocurre en el caso de las tarjetas de débito o crédito.
Si nos ponemos a evaluar el transcurso del tiempo, antes para lograr hacer algún pago o transferencia con tu dinero tenías que ir a tu banco, pedir un turno, esperar y una vez que te atendían podías hacer el movimiento con requisitos acorde a la cantidad. Esto resultaba un proceso poco efectivo y engorroso.
Hoy en día, el estar comunicando sobre la tarjeta virtual hace a la valoración de que estos procesos se han ido simplificando hasta llegar a productos que responden a las exigencias actuales del mercado.
El funcionamiento se basa en poder adquirir en línea (y también presencial) bienes y servicios para ti y tu empresa, esto sin la necesidad de pagar en efectivo en establecimientos o comercios electrónicos.
Dicho crecimiento va de la mano de datos reales, según la Cámara de Economía Digital del Uruguay, las ventas online se han multiplicado entre el 2021 y 2022, generando un incremento en la apuesta por el e-commerce. El 87% de las empresas venden de forma online en Uruguay.
¿Cómo se diferencian de las tarjetas tradicionales?
Al igual que la tarjeta física, la tarjeta virtual tiene numeración, fecha de caducidad y código de verificación. Podríamos decir que se trata de una versión digital de las tarjetas físicas que todos conocemos, pero con beneficios y capacidades facilitadoras.
La diferencia está en que en las tarjetas virtuales el método de pago no existe de forma material. Por eso es que decimos que resulta ser una réplica digital que tenemos en nuestro monedero electrónico para pagar como si lo estuviésemos haciendo con las físicas. Se pueden usar con Apple Pay o Google Pay desde el teléfono móvil.
Ventajas y desventajas de las tarjetas virtuales
Partimos de la base de que Internet se fue convirtiendo en un servicio imprescindible para comunicarse, trabajar o adquirir productos o servicios. Una gran parte de las compras se efectuaron con tarjetas como las virtuales. Millones de personas eligen este método por sus puntos a favor.
Ventajas principales:
- La comodidad: los usuarios tienen en sus dispositivos móviles inteligentes este método de pago para usarlo cuando lo necesiten, sin que sea necesario llevar un soporte físico particular como puede ser una tarjeta convencional. El no tener que transportarlas hace que no haya riesgo de ser extraviadas. Y tenemos la comodidad de poder hacer compras y transferencias en línea las 24 horas, los 365 días del año.
- La seguridad: proporcionan los mecanismos necesarios para hacer las compras con todas las garantías, cada operación está sujeta a una validación. También pueden ofrecer la verificación de la compra mediante un código de un solo uso enviado por SMS al teléfono.
- Tenés el control: desde aplicaciones como la de banca digital, podes bloquear y desbloquear tu tarjeta virtual desde tu móvil en cualquier momento. Al poder ver en todo momento el status, en vivo, de tu dinero; te permite detectar algún movimiento extraño y bloquearlo al instante de ser necesario. Así mismo, poder controlar tus gastos a través de una aplicación, que te permite poner topes de gasto.
- Gestionas tus suscripciones: utiliza una tarjeta virtual para todas tus suscripciones recurrentes y bloqueala fácilmente sin perder el acceso a tu tarjeta principal.
- Los costes: supone una opción en la que tanto la entidad emisora como el consumidor los ahorran. En el primer caso, se suprimen los costes de materiales, fabricación y envío; y en el segundo, generalmente no suelen llevar asociadas comisiones de emisión ni mantenimiento, aunque esto debe ser comprobado en las condiciones particulares de contratación de cada una de ellas.