Si tu día a día requiere movilizarte en la ciudad por el motivo que sea, el peaje es uno de los gastos a contemplar. Este gasto, así como otros, forman parte de la cotidianidad y hay que tenerlos en cuenta para organizar tus finanzas personales.
En esta línea, a partir de septiembre, la tarifa del peaje aumenta y no es lo mismo pagar un monto más elevado como otro que no. Porque como siempre decimos, los pequeños gastos pueden generar, a la larga, grandes efectos en las economías de las personas.
Como es sabido, estamos viviendo hace un tiempo, una tendencia a la suba en la inflación y este no es un fenómeno únicamente local, sino que se está replicando en varios países del mundo. Es por eso que cada vez más, observamos aumentos en diferentes sectores.
El Poder Ejecutivo hizo público el decreto que fija los nuevos precios para los peajes que comenzaron a regir desde el jueves 1 de septiembre en todos los puestos de recaudación operados por los concesionarios del Ministerio de Transporte y Obras Públicas en rutas nacionales.
En el decreto se hace mención también a que el último ajuste de las tarifas en este sector se realizó en diciembre de 2021, y que en los meses de abril y agosto de este año “no se procedió a realizar los ajustes correspondientes”.
¿A cuánto aumenta el peaje en cada categoría?
En la categoría de autos y camionetas la tarifa del telepeaje aumenta a $10. En el caso de la alternativa de telepeaje pasa de $112,50 a $122,50 (+8,9%), mientras que en la tarifa de efectivo pasa de $150 a $160 (+6,7%).
En el caso de vehículos con 2 ejes con más de cuatro ruedas, las nuevas tarifas (telepeaje y efectivo) son de $183,70 y $245; en el caso de los ómnibus pasan a costar $183,70 y $245; y los vehículos de carga que tienen cuatro o más ejes $371,10 y $490, respectivamente.
Estas nuevas tarifas incluyen el impuesto al Valor Agregado a la tasa básica (10%).
¿Cómo cuidar mis finanzas personales a raíz de los aumentos?
En estos contextos, los aumentos en diferentes sectores no son sorpresa, por eso es importante conocer ciertas herramientas que pueden hacer que nuestro dinero no se desvalorice o pueda rendir más. También, no realizar gastos innecesarios o no caer en gastos hormigas pueden contribuir a no desestabilizar las finanzas personales.
Si bien hay aumentos que son graduales o que no son tan significativos para algunos sectores, pueden llegar a serlos para personas que se encuentran en una situación difícil o forman parte de una población con menores ingresos. Por eso, estar al tanto de beneficios y saber aplicar estrategias para no generar deudas, resulta fundamental y promueve la salud financiera.