Ingresos pasivos y activos: ¿Cuál es la diferencia?

ingresos pasivos y activos

A la hora de generar ingresos existen muchísimos caminos. Desde salarios hasta venta de productos y servicios o ingresos por renta fija. A grandes rasgos existen dos tipos de ingresos; los ingresos activos y los ingresos pasivos. A continuación te explicaremos en qué consiste cada uno. 

Ingresos activos

Los ingresos activos se obtienen como contraprestación por un trabajo que exija tiempo, energía y, en ocasiones, capital. 

Salarios

Los salarios son los ingresos activos más comunes ya que en este caso el trabajador o asalariado invierte su tiempo en realizar una tarea que implica esfuerzo mental o físico a cambio de un monto de dinero mensual previamente establecido, ya sea por contrato o mediante un arreglo de palabra. 

El tiempo y la energía de los trabajadores para realizar su labor son recursos limitados. Además, el dinero que el trabajador genere para su empleador o para la empresa mediante su actividad siempre será menor que el salario en cuestión. Por esto, siempre habrá un techo salarial en función de la responsabilidad y dificultad del puesto. 

Guiándonos por los mecanismos de oferta y demanda, los puestos laborales que menos oferta de empleados tengan y en los cuales se requiera mano de obra, ofrecerán mejores sueldos. 

Venta de bienes o servicios

Los trabajadores independientes que se dedican a vender productos o servicios, como dueños de locales, emprendedores con tiendas virtuales o profesionales que ofrecen sus servicios también generan ingresos mediante una actividad que implica tiempo y esfuerzo. La diferencia con los salarios es que en este caso la cantidad de ingresos está determinada directamente por las unidades vendidas o por la cantidad de horas de servicio profesional prestadas. 

Ingresos pasivos

Los ingresos pasivos son aquellos que se obtienen sin la necesidad de realizar una actividad que implique tiempo o esfuerzo. Representan una entrada de dinero periódica sin realizar ninguna tarea a cambio. 

Sin embargo, los ingresos pasivos implican un esfuerzo y un trabajo previo para poder conseguir un monto de capital para invertir y generar así una renta fija. Es decir, exigen un capital inicial que, posteriormente, garantizará un ingreso de dinero periódico sin realizar trabajo alguno, solo requerirá un mínimo nivel de vigilancia. A continuación vamos a detallar cuáles son los tipos de ingresos pasivos más comunes. 

Propiedades

Los dueños de inmuebles como casas o departamentos pueden poner en alquiler sus propiedades y así obtener un ingreso pasivo de forma mensual, sin trabajar ni realizar ningún tipo de esfuerzo considerable. 

Instrumentos de renta fija

Estos son tipos de inversiones en las que un organismo estatal o privado emite un título de deuda y un inversor lo compra. De esta manera, el emisor obtiene liquidez inmediata y el comprador del título adquiere los derechos a un interés cuyo monto y fechas de pago están previamente establecidos. Entonces, el inversor accede a un ingreso pasivo hasta recuperar el total del dinero invertido más los intereses.

  • Bonos del tesoro: son títulos de deuda que emite un Estado en la bolsa de valores para financiarse por medio de deuda y, a cambio, quienes adquieren los bonos acceden a un ingreso pasivo, cobrando sus intereses de manera periódica.
  • Obligaciones negociables: de la misma manera que los bonos del tesoro, las obligaciones negociables son títulos de deuda que las empresas emiten a través de las bolsas.

Plazos fijos

Estos son productos financieros ofrecidos por las entidades bancarias. Este es un compromiso de pago que el banco tiene con su cliente, a cambio de que este deposite un dinero que, normalmente, no se puede retirar antes de tiempo. Entonces, el banco obtiene dinero para brindar préstamos o realizar otras acciones financieras y el cliente, cuando se termina el plazo fijo, obtiene el monto invertido más un interés previamente conocido. 

Dividendos por acciones

Las acciones son instrumentos de renta variable ya que no ofrecen un ingreso previamente establecido, sino que este depende de las decisiones de la empresa y del valor que le otorgue el mercado a las acciones. La compra y venta de acciones se considera un ingreso activo ya que implica un esfuerzo por parte del inversor y un estudio previo para analizar en qué momento conviene realizar cada acción. 

Pero los accionistas también tienen derecho a cobrar un dividendo en base a la cantidad de acciones que tienen. Este suele ser un pequeño porcentaje del precio de cada acción y es pagado por la empresa de manera semestral. Por ende, estos dividendos son un tipo de ingreso pasivo. 

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